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Infraestructura Hiperconvergente (HCI)

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La infraestructura hiperconvergente (HCI) es una plataforma consolidada definida por software (SDx) que converge todos los "bloques de construcción" esenciales de un centro de datos convencional, que son computación, almacenamiento, redes, monitoreo y administración. La HCI, o hiperconvergencia, resuelve los problemas comunes asociados con la tecnología de centros de datos heredados, como los costes elevados de adquisición y mantenimiento, la monitorización, la administración y el consumo excesivo de energía.

Componentes

La infraestructura hiperconvergente (HCI) se basa en componentes definidos por software que virtualizan e integran recursos de computación, almacenamiento y redes para simplificar su administración, mejorar la escalabilidad y la eficiencia.

  • El almacenamiento definido por software (SDS) es un enfoque moderno de la tecnología de centros de datos que abstrae o desacopla los recursos de almacenamiento del hardware subyacente. Esto abre la puerta a una mayor flexibilidad de gestión, una mejor eficiencia energética, un mayor rendimiento y una escalabilidad básicamente ilimitada al ejecutar de manera efectiva lo que solía ser firmware sobre servidores comerciales listos para usar (COTS). Para endulzar el trato, SDS reduce los costos resultantes de la solución de almacenamiento, ya que el hardware comercial es mucho más económico que el material propietario, gracias a mejores economías de escala.
  • La computación definida por software (SDC) es otro ejemplo de un enfoque moderno de la tecnología de centros de datos. SDC proporciona la gestión de recursos informáticos completamente a través de la abstracción de software. Separa el manejo y la orquestación de componentes físicos como CPU, GPU y memoria del hardware real, lo que permite un entorno computacional más flexible, casi infinitamente escalable, de alto rendimiento y completamente automatizado. Este enfoque reduce significativamente los costos generales al optimizar la utilización del hardware y agilizar las licencias de software.
  • Las redes definidas por software (SDN) son otro ejemplo de un enfoque moderno para la tecnología de centros de datos, esta vez centrado en las redes. SDN disocia el proceso de enrutamiento (plano de control) del proceso de reenvío de paquetes (plano de datos) al poner en marcha redes virtuales que operan junto con la red física subyacente. Permite el control impulsado por código, la gestión centralizada y la (re)configuración versátil de los recursos de hardware para mejorar tanto la flexibilidad como la eficiencia general, aumentar el rendimiento y reducir los costos operativos y de implementación de la red resultante.
  • El centro de datos definido por software (SDDC) es la culminación de la integración del almacenamiento definido por software (SDS) y la computación definida por software (SDC), junto con las redes definidas por software (SDN). Juntos, estos componentes crean una infraestructura de TI completamente virtualizada donde todos los elementos clave de un centro de datos moderno, que son el almacenamiento, la computación y la red, se abstraen, agrupan, escalan y administran completamente a través del software.

Funcionamiento 

La infraestructura hiperconvergente, o HCI, combina computación, almacenamiento y redes en una única plataforma 100 % definida por software que se ejecuta completamente en hardware básico. Aprovecha la tecnología de virtualización para agrupar recursos en un grupo de nodos, creando un sistema unificado administrado a través de una interfaz de software centralizada.

Esta configuración elimina la necesidad de servidores de computación, matrices de almacenamiento y redes físicas dedicadas independientes, ya que el software se encarga de todo, es decir, la asignación de recursos, la conmutación por error, la replicación de datos, el equilibrio de carga, la recopilación de telemetría e incluso la supervisión avanzada para simplificar el soporte. El escalado es sencillo: "solo hay que colocar más nodos" y el software (re)equilibra automáticamente y garantiza la redundancia.

El resultado es un sistema de alta disponibilidad que es resistente a fallos tanto de hardware como de software, extremadamente fácil de administrar, rentable debido al hardware básico y energéticamente eficiente gracias a la utilización optimizada de los recursos. Además, se agiliza el licenciamiento del software, lo que mejora aún más la rentabilidad.